ARTÍCULOS Y EDITORIALES

Oportunismo político

2017-01-20

Lic. Jesús Pérez Ballote
Chucho Pérez Ballote

“A avanzar y mantener el rumbo con unidad, trabajo y un optimismo sensato basado en resultados, realidades y un horizonte de posibilidades orientadas a la construcción del nuevo tiempo de Yucatán”, con la anterior frase el gobernador Rolando Zapata Bello dirigió la mañana del pasado domingo su mensaje con motivo de su cuarto informe de actividades.

Desde el anuncio promocional del informe correspondiente a su cuarto año de mandato el gobernador comunicó que, a diferencia de años pasados, la ceremonia protocolaria no sería una costosa reunión de las élites políticas en clara concordancia con la circunstancia económica que atraviesa actualmente nuestro país.

Quienes nos hemos dado la tarea de analizar el informe de gobierno pudimos apreciar un desfile de cifras alegres, ánimo exacerbado por parte del mandatario estatal y un formato más destinado a las formas que los fondos.

No es el objetivo de esta columna delimitar finamente el mensaje del gobernador en cuestión de los “logros” comunicados, ya que me parece bastante pertinente tomar un tiempo prudente para analizar la glosa del informe y con base a ello concluir en sanos contrastes.

Por el contrario capta mi atención lo que el gobernador comunicó en todo momento desde el formato hasta el discurso triunfalista empleado.

Por principio de cuentas habría que considerar que los posicionamientos y medidas de “austeridad” que hoy hace suyos el Gobierno Estatal cobrarían legitimidad si estuvieran fundamentados con prácticas gubernamentales congruentes con la manera de administrar del gobernador, máxime cuando la endeble situación económica que atraviesa el país no es tema nuevo y mucho menos es sentencia dictada en 2017.

Explico lo anterior: La disminución de las partidas presupuestales del Ramo 33 y el Ramo 28 (Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios) estaban destinadas a decrecer desde el 2015 y los estados sentirían las consecuencias en 2016, si a ello le sumamos el nuevo paradigma que implica el presupuesto base cero nos encontramos con un caldo de cultivo tendiente a afectar la economía estatal de Yucatán (y la de todos los estados del país).

Resulta bastante oportunista el discurso que adopta actualmente el ejecutivo estatal cuando el pasado año adoptó un mutismo selectivo sobre tan vital tema ya que, por poner un ejemplo, desde el primer día de su administración municipal el Alcalde de Mérida Mauricio Vila Dosal tomó medidas destinadas a revertir los desperfectos de las reducciones a tan importantes aportaciones federales: hizo una baja considerable de su salario, redujo la cantidad de puestos de confianza, redujo el gasto corriente y eliminó privilegios institucionales como el uso de vehículo oficial, pago de gasolina y telefonía móvil para sí mismo.

Dicha medida los primeros días del 2017 la hizo extensiva para directores y coordinadores.

Con lo anterior podemos apreciar al auténtico compromiso de algunos mandatarios y la respuesta “políticamente correcta” que ante la presión mediática ha tomado el estatal.

Por otra parte una promesa del gobernador que por ningún motivo pudiera ser minimizada es el “feroz combate a la corrupción” ya que, hasta el momento, nulos han sido sus esfuerzos para darle seguimiento a las múltiples denuncias interpuestas a su antecesora en el cargo, la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, dejando atrás un cúmulo de malos manejos del erario público, enriquecimiento ilícito y un largo historial de etcéteras sin respuesta clara.

Ejemplos sobran: el inconcluso Palacio de la Civilización maya, el desvío de recursos para la construcción del hospital de Tekax, el endeudamiento a 20 años para la construcción, mantenimiento y operación del Museo del Mundo maya y el capricho desmedido en gastos exagerados en materia de comunicación social hacia su imagen, que difícilmente pudieran ser justificados.

¿Lo revelador de todo lo anterior?, el mismo día que Rolando Zapata Bello nos pide un “optimismo sensato” para con su administración y “el nuevo tiempo de Yucatán” su antecesora se pasea impune por todo el país anunciando sus deseos de ser Presidenta de la República.

Lo del actual gobernador no nada más es una deuda por omisión, sino una responsabilidad directa por la aplicación selectiva de justicia de una larga lista de señalamientos bien documentados de su antecesora.

Dicho la anterior resulta imposible la propuesta que hiciera a sus gobernados el mandatario estatal cuando todo su discurso se adorna de un oportunismo desproporcionado más destinado a cuidar las formas que atender a los verdaderos problemas que aquejan a nuestro estado: la impunidad, la corrupción y el mal manejo de los recursos.

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Correo : chuchoperezballote@gmail.com

Ocupación : Presidente del PAN Mérida